Drive Angry supone un problema al recomendarla: yo no quiero hablar de esta película, quiero que la veas.
Porque Drive Angry no es una película, es una declaración de principios, un magnum opus de la interpretación, si no, mira la cara de Nicolas Cage en este primer plano:
La intensidad de su mirada, que parece decir "me separé de mi pareja, caí en bancarrota, no tengo un duro y ahora yo, que tengo un Oscar, un OSCAR, tengo que hacer papeles de mierda como este" . La fuerza del contraplano donde a un señor le estalla la muñeca:
Drive Angry comienza ya con tres muertos, un accidente de coche, desmembramientos a punta de escopeta y explosiones antes de los créditos. Es una película sobre un camionero -el bueno de Nicolas- que vuelve del infierno para rescatar a su nieta bebé de una secta de satanistas de la Norteamérica profunda a golpe de pistola mientras es perseguido por un demonio que lo quiere devolver al infierno. Pero el argumento es lo de menos, como en la mayoría del cine tróspido. Drive Angry es tan pútrida que da la vuelta, re-elevándose como un ave fénix mierdoso del pantano de inmundicia que es su guión.
Es una película dónde un camionero resucitado le ha robado su pistola preferida a Satanás.
Donde el malo es una especie de telepredicador con complejo de Elvis, con una manicura excelente y al que le arrancan el pene de un mordisco mientras recibe una felación.
Con un ¿antagonista? con más clase que la película entera, que se dedica a dejar a la altura del betún al mítico Sr. Lobo de Pulp Fiction en cada escena en la que aparece, un funcionario del infierno a quien claramente estas gilipolleces de perseguir gente resucitada le molestan y sólo quiere volver a su círculo particular del infierno a torturar gente que dice que Messi es un artista y que el reggaeton es poesía. Pero sobre todo, Drive Angry es una película de excesos.
Una película donde sale en primer plano una camiseta con spoilers de algunas de las películas más queridas de la historia reciente del cine porque SI NO TE GUSTA TE JODES.
Con detalles maravillosos como la pegatina del parachoques del coche del protagonista y su matrícula con el título de la película.
Con señores con un peinado que supone tal misterio que queda fuera del alcance de este humilde medio discernir sus implicaciones para las teorías de la física.
Una película donde alguien pensó "vamos a combinar una escena de sexo con un tiroteo, con el protagonista completamente vestido, con gafas de sol, fumando un puro, bebiendo whiskey y follando con una señora TODO A LA VEZ".
Con cambios de postura sexual como movimientos tácticos de combate.
Qué estilo por favor.
Qué CLASE.
GRACIAS, PATRICK LUSSIER.
Todas las imágenes son propiedad de Summit Entertainment, extraídas de la película 'Drive Angry'.
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